Anecdotario. Blog divertido y desenfadado de Curro Gutiérrez Vargas basado en anécdotas reales.
bienvenidos
Bienvenidos aquellos que saben valorar una sonrisa. Bienvenido los que saben sobrellevar con humor los problemas. Los que saludan por la calle. Los que saben disfrutar de un rato de charla.
Bienvenido los que saben dialogar y respetar al contrario. Bienvenidos los que defienden sus pensamiento, sus deseos y sus locuras siendo tolerantes.
Bienvenidos los que saben reirse de si mismo y los que saben encontrar algo positivo en un mal momento. Los que disfrutan del mar y de la cervecita, de la compañía de los amigos y de la libertad de ser cada uno diferente pero iguales.
Bienvenido al fín, todo aquel que sepa aprovechar el don de la vida.
Bienvenido los que saben dialogar y respetar al contrario. Bienvenidos los que defienden sus pensamiento, sus deseos y sus locuras siendo tolerantes.
Bienvenidos los que saben reirse de si mismo y los que saben encontrar algo positivo en un mal momento. Los que disfrutan del mar y de la cervecita, de la compañía de los amigos y de la libertad de ser cada uno diferente pero iguales.
Bienvenido al fín, todo aquel que sepa aprovechar el don de la vida.
LA OTRA INFORMACIÓN ALTERNATIVA
lunes, 31 de diciembre de 2012
miércoles, 26 de diciembre de 2012
Nunca me gustó la navidad
Ni siquiera de pequeño. Será porque soy muy diurno y solar y estos días tan cortos y tan fríos me provocan una enorme nostalgia. Nunca me gustó porque hay que fingir más estos días que quiere uno a los demás que el resto del año, ni tampoco me entusiasma la avalancha de compradores que se derraman por las calles de las grandes ciudades como buscando, sabe Dios qué salvación. Eso, eso sí que tiene que ser parecido al fin del mundo. Ese caos, ese desorden, eso creo que fue lo que anunciaron los mayas.
Yo esta navidades me encuentro muy contenidos en cuanto a regalito. Es curioso cuando menos cobro, más ahorro. Ya no tiro tanta comida a la basura, ni compro por comprar. ¡Yo siempre he sido muy impulsivo!
Pero hoy me encuentro nervioso y no es nada que tenga que ver con la navidad. Es que vamos a empezar el rodaje de nuestro, aquí meto algunos de mis amigos, tercer largometraje. ¡Por fin vamos hacer algo divertido! Tras el último corto donde se suicidaba la misma persona cinco veces. El título es “ la última noche “ y lo podéis ver en el enlace que hay a la derecha en este mismo blog. ¡Vamos para salir en el Güines del Ocaso ¡.
Yo quiero hacer ahora algo simpático, algo que haga sonreír, algo actual y algo reivindicativo, que no están los tiempos para derrochar el arte sin decir nada.
Yo quiero en este nuevo corto disfrazarme, actuar como un histriónico, gesticular, moverme, divertir y divertirme. Quiero que mientras rodemos nos partamos de risa e invención . Creo que en casi todas las tareas de la vida sería obligatorio sonreír. Bueno en la de sepulturero no sé.
De todas maneras para terminar este texto y podáis hacerlo precisamente así, con una sonrisa, os cuento una de las últimas anécdotas que he escuchado en la sala de profesores.
A uno de mis compañeros educadores se les ocurrió poner en estos últimos días del año un examen a sus alumnos. Solamente había que contestar a una pregunta, tan extensamente como cada alumno quisiera. La pregunta literalmente era esta: Hablarme sobre todo lo que sepáis de los planetas. Al momento un alumno levantó la mano para preguntar al profe y se expresó de esta manera: Maestro. ¿De qué planetas hablamos? De los que hemos visitado o de los que no.¡ Este sí que estaba en otra órbita!.
domingo, 16 de diciembre de 2012
Tómatelo con una sonrisa, mientras puedas
Estos originales carteles aparecen en tesorería general de la seguridad social en Cádiz, que está en el paseo marítimo
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RAJOY
viernes, 7 de diciembre de 2012
La vida es una tómbola
Como prometí en otra entrada aquí estoy para comentar otras de las fotos que aparecen en la promo de Telelora.
Transcurriría la mitad de los años sesentas cuando no me acuerdo porque motivo desembarcaron en casa de mi tía Consuelo y mi tío Sebastián alrededor de unas 200 muñecas todas ellas en curitate. A cualquier otro niño le hubiera extrañado esta invasión tan muñequil. A mí tras pasarme días y días en esa casa tan peculiar de mis tíos, lo veía de lo más normal. Tened en cuanta que hacía pocos meses que mi tío Sebastián apareció con trescientas docenas de botones, cada cual de ella más hortera, aunque lo de hortera no se decía en aquella época, para ser exacto los llamaríamos ordinarios. También varias semanas antes nos trajo 300 barajas de cartas francesas. Mi tío Sebastián era así, se dedicaba a recopilar todas las cosas que los demás ya no queríamos o porque habían pasado de moda o porque les costaba muy barata y luego presumía de su precio. Pero dejemos por ahora a mi tío que por sí solo merecería un libro entero. Vayámonos ahora con su esposa.
Su esposa era mi tía Consuelo, hermana de mi abuelo Curro y uno de los personajes que aparecen en esta foto. Es la señora que se muestra más a la derecha y de perfil. Mi tía Consuelo tenía la cualidad de estar metidas en todas las movidas, por cierto en aquellos años tampoco se sabía lo que era una movida, más bien se decía los embrollos, líos, saraos,asuntos y hechos similares que estuvieran relacionados con una hermandad, un acto social o cualquier evento en que pudiera estar de las primeras y ser vista. Fue camarera de nuestra patrona y de la hermandad de Jesús. Solía pedir con un cestito en la iglesia mientras se desarrollaba la misa y yo no sé si por caridad o por vanidad, pero ella siempre estaba allí, al pie del altar por no decir del cañón.
La otra persona reconocible en la foto y que está junto a la anterior, es mi tía Aurora, primahermana de mi padre y antigua secretaria del instituto Guadalquivir.
Pues como decía en aquellos días aparecieron ciento de muñecas desnudas en la casa de mis tíos. ¿Con que finalidad? Pues precisamente la contraria, o sea vestirlas. ¿Para tapar sus indecencias? Aunque hubiera sido un fin muy “pio” no era esa la primera intención, sino hacerlas rifar ya vestiditas en una tómbola. Y aunque los niños lo primero que le gusta hacer con una muñeca es desvestirla, para ese hedonista placer tiende que ser antes abrigadas. ¿Por qué si no que les vas a quitar? ¿Virutas de plástico con un cúter?
Durante varias semanas numerosas mujeres se concentraron en casa de mis tíos. Y cose que te cose consiguieron vestir a tan desoladas señoritas. A los pocos días en la plaza de Andalucía, que anteriormente tampoco se llamaba así, sino algo relacionado con el franquismo cuyo nombre prefiero olvidar, montaron unos operarios una pequeña tómbola y allí se expusieron todas las muñecas para ser sorteadas.
Aunque no me acuerdo con que motivo montaron la tómbola, sospecho que algo relacionado con la hermandad de la virgen de Setefilla, patrona de Lora, si rememoro el gran colorido que mostraban todas las muñecas en su conjunto. Lástima que la foto sea en blanco y negro.
Transcurriría la mitad de los años sesentas cuando no me acuerdo porque motivo desembarcaron en casa de mi tía Consuelo y mi tío Sebastián alrededor de unas 200 muñecas todas ellas en curitate. A cualquier otro niño le hubiera extrañado esta invasión tan muñequil. A mí tras pasarme días y días en esa casa tan peculiar de mis tíos, lo veía de lo más normal. Tened en cuanta que hacía pocos meses que mi tío Sebastián apareció con trescientas docenas de botones, cada cual de ella más hortera, aunque lo de hortera no se decía en aquella época, para ser exacto los llamaríamos ordinarios. También varias semanas antes nos trajo 300 barajas de cartas francesas. Mi tío Sebastián era así, se dedicaba a recopilar todas las cosas que los demás ya no queríamos o porque habían pasado de moda o porque les costaba muy barata y luego presumía de su precio. Pero dejemos por ahora a mi tío que por sí solo merecería un libro entero. Vayámonos ahora con su esposa.
Su esposa era mi tía Consuelo, hermana de mi abuelo Curro y uno de los personajes que aparecen en esta foto. Es la señora que se muestra más a la derecha y de perfil. Mi tía Consuelo tenía la cualidad de estar metidas en todas las movidas, por cierto en aquellos años tampoco se sabía lo que era una movida, más bien se decía los embrollos, líos, saraos,asuntos y hechos similares que estuvieran relacionados con una hermandad, un acto social o cualquier evento en que pudiera estar de las primeras y ser vista. Fue camarera de nuestra patrona y de la hermandad de Jesús. Solía pedir con un cestito en la iglesia mientras se desarrollaba la misa y yo no sé si por caridad o por vanidad, pero ella siempre estaba allí, al pie del altar por no decir del cañón.
La otra persona reconocible en la foto y que está junto a la anterior, es mi tía Aurora, primahermana de mi padre y antigua secretaria del instituto Guadalquivir.
Pues como decía en aquellos días aparecieron ciento de muñecas desnudas en la casa de mis tíos. ¿Con que finalidad? Pues precisamente la contraria, o sea vestirlas. ¿Para tapar sus indecencias? Aunque hubiera sido un fin muy “pio” no era esa la primera intención, sino hacerlas rifar ya vestiditas en una tómbola. Y aunque los niños lo primero que le gusta hacer con una muñeca es desvestirla, para ese hedonista placer tiende que ser antes abrigadas. ¿Por qué si no que les vas a quitar? ¿Virutas de plástico con un cúter?
Durante varias semanas numerosas mujeres se concentraron en casa de mis tíos. Y cose que te cose consiguieron vestir a tan desoladas señoritas. A los pocos días en la plaza de Andalucía, que anteriormente tampoco se llamaba así, sino algo relacionado con el franquismo cuyo nombre prefiero olvidar, montaron unos operarios una pequeña tómbola y allí se expusieron todas las muñecas para ser sorteadas.
Aunque no me acuerdo con que motivo montaron la tómbola, sospecho que algo relacionado con la hermandad de la virgen de Setefilla, patrona de Lora, si rememoro el gran colorido que mostraban todas las muñecas en su conjunto. Lástima que la foto sea en blanco y negro.
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