bienvenidos

Bienvenidos aquellos que saben valorar una sonrisa. Bienvenido los que saben sobrellevar con humor los problemas. Los que saludan por la calle. Los que saben disfrutar de un rato de charla.
Bienvenido los que saben dialogar y respetar al contrario. Bienvenidos los que defienden sus pensamiento, sus deseos y sus locuras siendo tolerantes.
Bienvenidos los que saben reirse de si mismo y los que saben encontrar algo positivo en un mal momento. Los que disfrutan del mar y de la cervecita, de la compañía de los amigos y de la libertad de ser cada uno diferente pero iguales.
Bienvenido al fín, todo aquel que sepa aprovechar el don de la vida.

domingo, 14 de octubre de 2012

Las fotos de Tele Lora


Desde hace varios meses, diría desde hace años, en un pequeño reportaje de la “tele local” de mi pueblo, que sirve más o menos de promoción de la “cadena” aparecen varias fotos de mi colección, creo que son unas cuatro. Fotos sobre personajes o acontecimientos de la Lora antigua
Aunque como diría nuestro monarca: Me llena de orgullo y satisfacción poder contribuir a la historia de mi pueblo. Supongo que por un descuido a esta humilde tele local se les ha olvidado darme las gracias por esta desinteresada colaboración.
Quizás por cuestión de tiempo o más bien de espacio, o simplemente no ser cansino, hoy solamente comentaré una de las fotografías.
Me refiero a la siguiente foto. Donde aparecen un grupo de mujeres, portando una de ellas un estandarte. No puedo afirmar a qué clase de procesión pertenece. Pero si podría afirmar que esta transcurre por la calle principal de Lora, muy cerca del llamado convento de las Mercedarias. Lo más extraño de esta foto es que precisamente lleva la dirección contraria que normalmente suelen tomar estos desfiles en el pueblo. En vez de marchar hacia el centro de la localidad, parte hacía fuera. Posiblemente sea algún acto relacionado con la virgen de Setefilla, patrona de la localidad.

En cuanto a los personajes de la foto, solo puedo reconocer a la mujer vestida de negro y que porta en su brazo izquierdo un bolso u cesta. Al pecho evidentemente lleva la medalla de la hermandad de la patrona, por lo que aún hace confirmar más mi teoría de que es algo relacionado con esta virgen. La señora o más bien señorita, pues nunca se casó se llamaba Rafaela Sanz. Predominaba en ella un carácter algo seco, austero y religioso, aunque al decir verdad yo cada vez que la veía ella amablemente me ofrecía un caramelo Solano, esos de café con leche.
En esta nueva foto la podemos ver con su hermano Sebastián Sanz y su cuñada Consuelo Gutiérrez, hermana de mi abuelo.

Esta señora vivió, por cierto bastantes años, en lo que actualmente es la delegación de hacienda de la localidad. A razón de esto quisiera comentar que era una casa bastante enorme, cuyo comienzo lo anunciaba un hermoso Zaguán repleto de artísticos azulejos y presidido por un pequeño retablo de cerámica del señor de Pasión de Sevilla. Supongo que como homenaje a nuestro peculiar Cristo nazareno, nuestro Padre Jesús, al cual ella se encontraba muy vinculada.
La casa era muy amplia y hermosa, pero en sí en ella se respiraba algo inquietante. Poseía una original y artística escalera, cubierta de hermosos azulejos y en forma de media ese. ¿Por cierto que fue de aquella peculiar obra? También poseía esta casa un patio enorme y varios corrales, con lavaderos de piedra incluidos, un enorme palomar, un pequeño jardín y en él una diminuta piscina de unos tres metros por dos.
Aunque la señora vivía sola en tan extensa mansión, en el verano y durante varias semanas solía acompañarla un sobrino junto con su señora y sus cuatro hijos. Estos eran casi de la misma edad que yo y que mi hermana, por lo que nos hicimos amigos. A la señora de la casa casi no la veíamos pues casi siempre estaba acostada enferma en su cuarto, por lo que los críos recorríamos la casa jugando al escondite y a decenas de juegos más. Casi nunca íbamos a la parte superior de la casa, en la escalera había algo que nos imponía. Pero un día decidimos echarle valor y recorrer no sin algo de temor, la planta superior de la casona. Y allí, allí justamente me llevé el mayor susto de mi vida.
Fuimos abriendo con la curiosidad de los críos, una tras otros todos los baúles que se encontraban en esa planta. Tras abrir varios de ellos y no encontrar gran cosa para nuestros avíos de crío. Ya casi desprovisto de todo miedo decidimos descubrir el último y cual sería nuestra sorpresa al vislumbrar en él, lo que creíamos que era el cadáver de una mujer joven envuelto en sábanas. Los seis salimos corriendo y mostrando grandes espaviento por la inclinada escalera. Pero claro no podíamos decir nada a los mayores porque posiblemente no hubiera estado bien visto espiar los baúles de la pobre señora. Además nos preguntábamos : ¿Y si fuera ella la asesina y nos hiciera a nosotros lo mismo?
Durante varios día casi no nos atrevimos a comentar el tema, pero alguien un poco más valiente, propuso visitar de nuevo el sorpresivo cadáver. No sin excusas nos vimos de nuevo en el mismo lugar y cual sería nuestra sorpresa al descubrir que lo que nosotros creíamos que era una difunta no era más que el cuerpo superior de una imagen de la virgen.

Como entre nosotros había un apasionado de la semana santa, tanto, tanto que hace alrededor de una década fue pregonero de l semana santa de Sevilla, decidimos darle culto a la virgen. Como esta no tenía cuerpo , la colocamos sobre un taburete, la cubrimos como manto con una vieja enagua de camilla, que así se llama en Lora, a la ropa de invierno de las mesas y poco a poco fue pareciendo una imagen de iglesia, pera había un problema la virgen no tenía mano. Ni corto ni perezosos cortamos un palo de la fregona y colocamos sobre sus puntas unos guantes rellenos de papel. Así ya tenía nuestra señora unas originales manos con las que poder sonarse la nariz.
Esta fue una de tantas historias que viví en tan peculiar casa. Con el paso del tiempo y la muerte de su dueña esa casa fue comprada por el ministerio de Hacienda, para ejercer sus lógicas funciones. Por lo que he vislumbrado, de esta peculiar casona solo resistió su extensa fachada.
Se dice, se comenta y se rumorea y que conste que yo no afirmo nada, que durante su restauración, justamente debajo de su pequeña piscina donde yo placenteramente los veranos me convertía en un Mark Spitz aparecieron numerosos cadáveres. Según se dice, se rumorea y se comenta y que conste que yo no afirmo nada, esta casa antiguamente, más o menos sobre el siglo XIX había sido una antigua prisión. Y por tanto los cadáveres pertenecieron esta y fueron enterrados muy cerca de donde padecieron su pena.
Esto es lo que ahora puedo comentar sobre esta primera foto, en una próxima vez extenderé mi comentario sobre la siguiente imagen, donde curiosamente y como he mostrado antes, aparece mi querida tía, Consuelo Gutiérrez , cuya fotografía  también posee una curiosa historia.


1 comentario:

  1. Yo administro la página de Artistas Loreños y Telelora también se nutre de fotografias de mi página, nunca me ha pedido permiso y, menos aún, me han citado o me han dado las gracias.

    ResponderEliminar

Dibuja con perspectiva

Dibuja con perspectiva
Dibujas con perspectivas - Diferentes vídeos