
Hay dos cosas en la vida que me irritan un montón. La primera hacer colas y la segunda las normas.
Yo cuando tengo que hacer cola para algo lo paso muy mal. Es algo que me produce dentera, prefiero cualquier cosa antes que llevarme en una cola un montón de tiempo. Si hay que andar 20 km no me importa, pero lo de estar de pie detrás de una señora que no conoces de nada ,minutos y minutos aguantando una insípida conversación sobre como hace el menudo, para mí me resulta insoportable. Es la tortura más grande a la que pueden someter.
Recuerdo que en la Expo 92 no visité ninguno de los pabellones más interesante. Pero para mí ya puede haber dentro el objeto más bonito del mundo, que si hay que hacer mucha cola, a mí que no me espere.
Otra cosa que no soporto son las normas. Me da una enorme pena cuando alguien propone una nueva. Es un nuevo fracaso del sentido común. ¡Y vayan tiempecitos que llevamos de normas! Se prohíbe esto, se prohíbe lo otro. Con burdas excusas como que nos tenemos que parecer a los europeo. Y yo me digo porque no seguimos cada uno con nuestra personalidad. A ver si ahora nos van quitar tomar una cruzcampo en un placita, porque en Copenhague eso no existe. ¡Pues peor para los de Copenhague! Ya podrían aprender los nórdicos algunas costumbres nuestras.
Hay gente que la palabra que mas practica es prohibir. Yo creo que casi siempre hay otra alternativa. Ante todo debe estar el diálogo. Prohibir lo sabe hacer todo el mundo, es lo más fácil. Te coges un papel, y dale que te dale a prohibir. ¿Pero convencer quien puede hacerlo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario