El otro día paseando por Cádiz me encontré un grupo de religiosas un poco extrañas. El hábito de ellas era rosa y al decir verdad eran un poco feas. Iban algo despeinadas y en sus trajes se podía ver restos de vómitos. Me puse a hablar con ellas y me contaron unas cosas un poco usuales dentro de este tipo de congregación.
Oigan y vean lo que me dijeron.
Pincha aquí y te enterarás de sus conversaciones
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