Anecdotario. Blog divertido y desenfadado de Curro Gutiérrez Vargas basado en anécdotas reales.
bienvenidos
Bienvenidos aquellos que saben valorar una sonrisa. Bienvenido los que saben sobrellevar con humor los problemas. Los que saludan por la calle. Los que saben disfrutar de un rato de charla.
Bienvenido los que saben dialogar y respetar al contrario. Bienvenidos los que defienden sus pensamiento, sus deseos y sus locuras siendo tolerantes.
Bienvenidos los que saben reirse de si mismo y los que saben encontrar algo positivo en un mal momento. Los que disfrutan del mar y de la cervecita, de la compañía de los amigos y de la libertad de ser cada uno diferente pero iguales.
Bienvenido al fín, todo aquel que sepa aprovechar el don de la vida.
Bienvenido los que saben dialogar y respetar al contrario. Bienvenidos los que defienden sus pensamiento, sus deseos y sus locuras siendo tolerantes.
Bienvenidos los que saben reirse de si mismo y los que saben encontrar algo positivo en un mal momento. Los que disfrutan del mar y de la cervecita, de la compañía de los amigos y de la libertad de ser cada uno diferente pero iguales.
Bienvenido al fín, todo aquel que sepa aprovechar el don de la vida.
LA OTRA INFORMACIÓN ALTERNATIVA
sábado, 27 de febrero de 2010
Mi pueblo inundado
Esta semana mi pueblo, Lora del Río, ha sido inundado por el Guadalquivir. Es algo que ya se veía venir desde hacía días. Los medios de comunicación, televisiones, radio y prensa se han hecho un amplio eco de la noticia. Yo he tenido bastantes llamadas de amigos y amigas preguntándome por cómo iba todo, y que si me encontraba con el agua al cuello.
No es por quitarle importancia, pero desde que era pequeño en Lora se han sucedido un montón de inundaciones. Y será que uno se acostumbra a lo malo pero quizás los menos alarmados de todos eran los loreños.
Para alarma la que sufrió una reportera, creo que de antena 3. La muchacha, en su buen afán de hacer su trabajo. Se calzó unas botas de agua y se introdujo un par de metro de nuestro Guadalquivir.
Con su micrófono en mano, se dispuso a realizar la crónica diaria sobre la riada de mi pueblo. Pero cuál sería su sorpresa al comprobar que numerosas culebras rodeaban sus piernas. Estas marcaban círculos concéntricos en el agua alrededor de la valiente reportera. No me han comentado la reacción de la periodista, pero supongo que desde entonces tendrá más cuidado para introducirse en el primer lugar que vea. Y que no solo a las personas le afecta estas desgracias, también algunos pobrecitos animalitos se han quedado sin cobijo. Aunque para suerte, la de las cigüeñas de mi pueblo, que ya tuvieron para varios días una suculenta ración de serpiente. Como siempre en la vida, para lo que para uno es un mal, para otros es un festín.
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